Todos caminaban
indiferentes,
La grieta se abrió
profundamente.
Dios quiso sujetarla
con lazos fuertes,
pero le fue imposible
contenerle.
Colosal cataclismo
dejó el orbe inerte,
Sepultó la vida
profundamente.
No hubo conciencia
de defenderse.
Todos caminaban
indiferentes.
Poema publicado originalmente en La casa de Asterión