Oscuros nubarrones,
azul cielo;
los rayos que se filtran
recalientan el suelo.
La vida se termina,
la Tierra es un desierto,
un páramo desnudo …
muerto.
Quedan dos habitantes
bellos;
deben preservar
de la vida el misterio.
Él fecundó a la hembra
en celo;
sobre un pedestal
protege su cuerpo.
Pocas esperanzas
tienen ellos.
Preservar la vida,
su más grande anhelo.
Poema publicado originalmente en La casa de Asterión.