Un Amigo

La habitación oscura en esa calurosa tarde de verano. El llanto la ahogaba. Había ocultado sus lágrimas durante toda la mañana y en el transcurrir del almuerzo, mientras atendía a su familia. Ni bien todos se hubieron ido se encerró una vez más en su cuarto, ese refugio cada vez más cómplice de su soledad.

Tenderse en la cama, el pecho oprimido, dar rienda suelta a su angustia y desesperación sumergiéndose en un abismo de llanto silencioso. Los puños apretados y el rostro hundido en la almohada. Un negro dolor le castigaba el alma y el cuerpo. La vida así, ya no tenía ningún sentido.

Pasaron las horas. Se incorporó intentando dar otra posicición a su adormecido cuerpo; reparó en su computadora y accionó el botón de arranque. Una consabida rutina la llevó a diferentes sitios hasta que advirtió el ícono verde que le indicaba la presencia de un amigo en la línea:

-HOOOOOLAAAA, DULCE, FELIZZZZ AÑO NUEVOOOOOOO!!!
-Hola.
-¡CÓMO ESTÁS QUERIDAAA?!!
-Mal, perdoname.
-¿Qué te pasa?
-Escuchame, ¿estás en conversación con otra persona? No quisiera interrumpirte …
-Quedate tranquila, estoy solamente conversando con vos. ¡Qué te pasa?!
-No sé, estoy muy mal.
-Pero qué tenés, estás enferma, has tenido algún problema de familia … de salud …?
-No.
-¿y entonces?
-No sé, estoy teniendo un día negro …
-¿Pero por qué? ¿Qué te pasa?¿Qué sentís?
-No sé qué me pasa, estoy muy angustiada, he estado llorando todo el día, escondiendo las lágrimas frente a mi familia, pero una vez que se fueron me he encerrado y aquí estoy …
-Pero no podés estar así … ¿qué problema tenés?
-Los mismos de siempre … nada nuevo, nada más que no encuentro un horizonte, no encuentro un sentido para mi vida, y eso me produce mucha angustia … Es algo que no puedo manejar …
-Pero no digas eso … tenés tu familia … tenés tu profesión …
-Sí, pero mis hijos necesitan a sus parejas y a sus hijos … mis nietos necesitan a sus padres … Para mí …todo bien con todos ellos … pero eso no conforma mi vida personal … Lo mismo ocurre con mi profesión y mi trabajo … no alcanzan a llenar el vacío que siento … He ido a consulta … pero en lo que llevo de tratamiento aún no he podido encontrar soluciones …Me derivaron a un clínico para tratarme la angustia con medicamentos … pero no he podido experimentar mejoras aún …
-Vos no estás para psicóloga …
-Y qué querés que haga … cada vez me voy sumergiendo más.

Él sabía lo que significaba la angustia de sentirse enfermo, de sentirse solo. No hacía mucho una enfermedad lo había detenido un largo tiempo en un nosocomio, cirugía de por medio. Y sabía también, por haberlo experimentado en carne propia, lo que significa que un amigo se haga presente en esos casos para ayudar a superar el trance.

-Hacé una cosa. Poné algunas pilchas en un bolso, te tomás un micro y te venís.
-Estás loco, qué va a pensar tu familia, los amigos que te estaban acompañando … casi ni nos conocemos … únicamente hemos tenido contactos por este medio …
-¿Qué van a pensar? ¡Nada! Somos todos gente grande, vos sos una amiga que viene a pasar unos días a casa, nada más. Y lo de que no nos conocemos … no es así … hace tiempo que intercambiamos experiencias …
-Tenés la casa llena de gente y más encima caigo yo …
-¿Qué tiene que ver? Salvo que consideres que mi casa no está a tu altura …
-Por favor… sabés que no me refiero a éso…
-Bueno, ¿y entonces?
-Además, no creo que consiga pasajes … Los transportes están colmados en esta fecha …
-Y claro, si seguís ahí y no vas hasta la terminal, seguro que no vas a conseguir nada. Hacé una cosa. Salí de tu encierro, vestite, andá a la terminal, te comprás un pasaje, el más próximo que puedas y te venís. Llamame por teléfono, así te voy a esperar.
-No te prometo nada … lo voy a pensar … no me da la cara para semejante cosa.
-Pero chéee, cortála. No lo veas tan dramático. Te estoy invitando con toda confianza y respeto … Bueno dale, andá a comprarte un pasaje, y hacéme el favor, dejá ya de llorar tanto y de estar tan encerrada en tu cuarto. Te espero, espero tu llamado.

Se sintió reconfortada por haber podido descargar en parte sus angustias en la atención de su amigo.Y comenzó a considerar la posibilidad de viajar. ¡Qué locura! Ya le parecían una locura todos esos contactos “on line” con los que solía llenar sus ratos de soledad. Era ponerse a la altura de los adolescentes, tan criticados, justamente, por todas esas relaciones virtuales “que reemplazan a las reales” … y ahora ésto … una invitación para ir a pasear a la casa de un amigo “virtual”. Sin ninguna duda … ¡estaba cada vez más loca!

-Holaaa …
-Sí, soy yo.
-Hola querida, ¿y?
-Conseguí pasaje para mañana.

Llegó a media mañana. Él la vio bajar del colectivo. Le gustó esa mujer, bella aún en su madurez, de expresión nerviosa, triste, con esa mirada de animal herido. La ayudó con el equipaje y llegaron a la casa.

-Bienvenida.
-Gracias, nunca voy a poder agradecerte ésto que estás haciendo por mí.
-Ni lo menciones. Sentite como en tu casa.

Le presentó a su hermana, a sus sobrinos, a sus amigos. Almorzaron y salieron a caminar, fueron a la playa y disfrutaron del agua y del sol. Conversaron de la misma forma como lo hacían por chat, sólo que ahora podían verse y escucharse, y ambos tenían la sensación de que habían estado juntos toda la vida. Se conocían. Los largos diálogos virtuales habían dado cuenta de la vida y el entorno de cada uno, con esa sinceridad despojada de ocultamientos que proporciona la distancia y la falta de compromiso. Ahora la relación continuaba con toda naturalidad, tal como había comenzado.

Los días siguientes reprodujeron esa rutina; largos desayunos con mate, paseos, caminatas … mar y sol. Por las noches, guitarreadas después de la cena, alternadas con alguna salida a una peña o al teatro. La presentó a sus amigos y amigas “de la noche”. Todos parecían apreciarlo mucho y sentirse muy felices de verlo tan bien acompañado por esa mujer elegante, tan distinguida …

-Les presento a una amiga … viene de muy lejos.
-Hola, cómo estás, bienvenida a nuestra casa. Mirá vos las sorpresas que nos da nuestro amiguito …
-Mucho gusto. ¿Y? ¿Te gusta este lugar? ¿Te han tratado bien por acá?
-Sí, claro que me gusta, y me han tratado de maravillas …
-Estás por formar una pareja? Ella es muy bonita …
-Ya lo creo que es muy bonita … y es una muy buena amiga.

Un día de lluvia torrencial, la elaboración conjunta de tortas fritas y pizzas, acompañada de una animada conversación y buen vino, sustituyó a los cotidianos paseos. Pasaban por todos los temas: las respectivas familias, la música, el trabajo, la política, la situación del país, gustos personales, inclinaciones … Pero el momento llegó.

-Voy a ir hasta la terminal.
-¿Ya?
-Y … sí.
-¿Que apuro tenés?
-Quiero ir a casa.
-¿Qué apuro tenés, por qué no te quedás unos días más?¿No te has sentido cómoda?
– No, ya ha sido demasiado … gracias. En realidad, me he sentido tan cómoda como nunca hubiera creído que podría sentirme. Han sido unos días maravillosos … compartir todo este compañerismo, todos estos paseos y, principalmente, sentir el regalo que es tu amistad. Realmente tengo la sensación de que estoy en mi casa.
-Es que estás en tu casa. ¿No vas a volver?
-Quizás.
-¿Cuándo? Que sea antes de que termine este verano.
-Puede ser.

Ella nunca había creído en la amistad entre un hombre y una mujer. Su idea era … o que no eran tan amigos … o que lo eran demasiado y se pasaban a otro plano. Ahora, adoptar una posición sobre ese tema le parecía algo absolutamente estéril … Este lejano amigo había sido la respuesta a su desesperado grito de ayuda. Y ahora, muy lejos, al final del túnel, podía ver brillar una luz de esperanza …

3 comentarios en «Un Amigo»

  1. Eli, está muy bien elaborado el relato. Prosa limpita, llevadera. La temática abordada es de rigurosa actualidad. Circuitos familiares atomizados en donde la emergencia cotidiana alcanza sólo a los hijos. Y, en consecuencia, aquellos que ya hemos transcurrido la mitad de la vida quedamos desplazados. Sin embargo, aparece este curioso paliativo de la internet que nos desafía a trascender el ámbito de la virtualidad… Bien resuelto el texto. Ahora, el detalle de la impersonalidad manifesta en la narración (no hay nombres propios, no hay lugares identificables) termina aportando el granito de genialidad.
    Prontito paso por más, veo que hay para entretenerse bastante en tu blog.
    Saludotes, néstor.

  2. Gracias Néstor, privar a los relatos del marco ha sido una de las estrategias de escritura en la que he caído casi sin pensarlo. Por otro lado, siempre digo que esto de la internet sólo ha dado el toque de actualización a situaciones que se planteaban con publicaciones en revistas (recordemos los «correos del corazón»), emisiones de radio u otras formas, en las que el nexo era el cartero. Reflexionando sobre eso siempre me ha parecido que el amor y también la amistad tienen un componente de virtualidad que los acompaña a través del tiempo. Ya se hablaba hace siglos del «amor platónico» para diferenciarlo de aquel otro que simplemente trascendía el plano de lo espiritual para ubicarse en el carnal o material. Un abrazo, y nos seguimos encontrando en la web. Eli

  3. todo es posible en esta era, en verdad yo no me animaría a esa experiencia casi como la de las citas a ciegas. pero en este caso de amigos a ciegas. Porque sin duda la falta de identidad entre los participantes, (pueden facilmente dar falsas identidades) y si bien algunas personas pueden opinar que dicha lejania personal que provee la comunicacion via internet o mail permite ser más sinceros o expontáneos, tambien pululan personas mal intencionadas. Quizás se de lo de que cada uno lo ve como le fue en la feria.
    Una de las pocas veces que ingresé a un chat mi interlocutor me hacia preguntas muy inquietantes hasta que un tercero en la conversación me avisó de las maniobras de esos cazadores de incautos.
    Por supuesto en el relato los respectivos conocimientos se movian a otro nivel de comunicación. Y de echo tuve conocimiento de la formación de una pareja en el seno de un grupo de gustos comunes.
    Por todo lo cual y más en el plano literario sólo nuestra imaginación es el límite.
    Un cariñoso saludo y mi invigacion a participar de mi blog, que como no soy nada más que un profecional de las ciencias químicas mis relatos no van a estar al nivel de lo que he leido,sobre todo de las décimas que presenta a ti y a tu familia ¡ME ENCANTARON!
    Luis Guiñazú cordobés y rionegrino de adopción y con familiaresn en el Neuquén

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