Qué misterio nos lleva a buscarlo,
vehementes, constantes,
por cielo y por tierra,
debajo del agua,
adentro del cuerpo,
detrás del ocaso
dentro de las piedras …
Cuando llega …
con los brazos llegamos al cielo
y hundimos las manos
en nubes y estrellas.
Pero un día,
una estaca se clava en el pecho,
cataratas de angustias y penas
se van por los ojos,
y el ardor se transforma en cenizas …
Mas la vida recobra sus fuerzas,
reviven las llamas
y el ciclo comienza …
Qué misterio nos lleva a buscarlo …
Vehementes … Constantes …
14 de febrero de 2006, Día de los Enamorados
Sara… qué hermoso tu blog!!! vine por el caminito luminoso que dejó Sole… creo que la vida es el Arte del Encuentro como dice Facundo Cabral, y me viene a la mente en espirales luminosas, aquello que alguna vez leí en tu libro y que conocía pero re-conocí al leértelo: lo de la GENTE NECESARIA…
Este poema me lleva al punto medular de la existencia: El Amor, el que buscamos, el que neceistamos.. el que hallamos y perdemos para re encontrarnos… y el que está allí, para sostenernos cuando el vuelo se hace circular y corremos el riesgo de irnos a pique…
El amor salva….y no muere: cambia de lugar.
un abrazo de aquí hasta allá. Adri