La presente entrevista fue realizada por el periodista Daniel Aguirre para la revista CONOCIMIENTO HUMANO en octubre de 2005. Conocí a Daniel en Buenos Aires, en una reunión con amigas profesionales que vinieron de Barcelona. La conversación derivó hacia la descripción de un sistema de trabajo áulico que estábamos implementando con unas colegas. De allí, surgió el tema de la consideración de la diversidad en el aula, y en ese camino, el lugar que ocupa en nuestra región la cultura mapuche.
ENTREVISTA
1-¿En qué consiste el sistema educativo que estás implementando?
Este sistema educativo consiste en la aplicación de una metodología de trabajo alternativa, paralela, dentro de una currícula anual, en el programa de un determinado curso. En este caso se trata, concretamente, de un proyecto cuyo nombre es «ELIJO MI ESPECIALIDAD». Es el resultado de una pasantía de posgrado que cursé en la Facultad de Ciencias de la Educación en la Universidad Nacional del Comahue, en la cátedra de Didáctica de la Lengua. El requisito de aprobación era el diseño de un proyecto de trabajo, y mi decisión fue que al diseño le siguiera la realización concreta del mismo. Se apoya sobre tres ejes: los contenidos globalizadores, la didáctica por proyectos de trabajo y la atención a la diversidad.
-La globalización de contenidos en la enseñanza es una propuesta que surge de quienes consideran que el conocimiento se presenta cada vez más complejo y lejos de responder a una fragmentación en compartimientos estancos, invita a ser abordado de manera integral, global. No obstante, en mi concepto, no se puede perder lo específico de cada área, por esta causa, este sistema se presenta como UNA PARTE de un programa anual de trabajo en un curso.
-La didáctica por proyectos de trabajo se refiere a la realización de la tarea escolar organizada en torno a la planificación de un proyecto. Éstos, no necesariamente tienen que ser extensos y complejos; pueden contemplar objetivos sencillos, de corto alcance, y son una herramienta dinámica a aplicar dentro del aula.
-La atención a la diversidad se aborda, en este caso, en su sentido más amplio aplicable en el aula, que es, a mi entender, que cada alumno o docente tiene capacidades diferentes, que lo hacen único e irrepetible. No se trata de tolerancia, «yo te tolero» es como decir «yo te aguanto»; se trata de que cada uno tiene algo valioso para aportar y todos necesitamos de esos aportes. Además, cada uno realiza la tarea desde sus propias posibilidades, inclinaciones, preferencias temáticas u operativas, y en eso, precisamente está la riqueza de la creatividad.
2-¿De qué modo podría trasplantarse a otras condiciones ambientales y geográficas?
El proyecto, en su metodología de aplicación, es amplio y se puede adecuar a diferentes realidades áulicas. De hecho, ya se ha realizado en otros colegios, en circunstancias totalmente diferentes, haciendo uso de los elementos que resultan operativos y descartando aquéllos que no pueden ponerse en práctica. Es un proyecto flexible, que permite un rango de adaptaciones importante.
3-¿Nos podrías describir específicamente el desarrollo del sistema?
Se desarrolla en tercer año (primero de polimodal) en una escuela pública de gestión privada de la ciudad de Neuquén (Capital). Surge intentando dar respuesta a la desorientación que experimentan algunos alumnos en el momento de elegir la especialidad a seguir en los cursos superiores. La escuela tiene tres orientaciones posibles para los alumnos en el cuarto y quinto año de la carrera: Bachiller con orientación en electrónica, con orientación en laboratorio y con orientación en medios y comunicación.
En el proyecto participamos tres áreas: Lengua, Biología e Informática. El trabajo consiste en presentar a los alumnos una serie de temas que serían motivo de estudio durante el cursado de la especialidad. Se forman grupos de dos. Cada grupo elige un tema y realiza una búsqueda de información sobre el mismo. Esa información se registra en una planilla excell con hipervínculos a word en los que se resume cada fuente consultada. Cada grupo expone para sus pares y para el docente, en forma oral, los avances de sus investigaciones. En esta oportunidad se trabaja intensamente el uso del lenguaje oral, tanto para los expositores como para quienes se encuentran entre el público. La ronda de exposiciones orales se hace en todas las clases de lengua, por orden. El trabajo finaliza con la redacción de un informe sobre el tema trabajado, una exposición oral final frente a docentes, compañeros y directivos de la escuela, con una presentación en power point que sirve como acompañamiento de la exposición final.
Siempre en el orden de la educación en la diversidad, otro aspecto que se hace necesario considerar es la cuestión étnica, lo que nos acerca, entre otras cosas, a las lengua y las culturas en contacto, en este caso, entre blancos y nativos. Por un lado, blancos de diferentes procedencias como migrantes internos o como inmigrantes; por otro, nativos, casi en su totalidad, pertenecientes a la raza mapuche, que es el pueblo originario que poblaba toda esta región.
4-¿Tienen los mapuches una línea de razonamiento especial que los identifique?
Sí, por supuesto. Este pueblo tiene una cosmovisión holística, en la que todos los elementos son sagrados y tienen un valor igualitario. Su religión se basa, principalmente, en el respeto y la consustanciación con la naturaleza. Así, son sagrados todos sus elementos, como también lo es su lenguaje o mapudugun (habla de la tierra).
No obstante, se debe distinguir entre lo que constituye la cosmovisión propia del mapuche y la realidad dentro de la que están inmersos tanto quienes habitan en las comunidades como quienes viven en los centros poblados, que son la mayoría. Se ha producido paulatinamente un proceso de pérdida de identidad, de costumbres propias, empobrecimiento de la cultura, como resultado del contacto con el blanco. Hoy, los sobrevivientes del pueblo mapuche están intentando recuperar para su pueblo la lengua, cuya vitalidad es muy pobre, como así también aspectos de su cultura.
5-¿Por qué los mapuches no han desarrollado una forma de comunicación escrita?
En realidad, la lengua mapuche o mapudugun es una lengua ágrafa. Y como tal, tiene características muy diferentes a una lengua con escritura. No es sencillo pasar de un sistema de lenguaje a otro porque no pasa únicamente por la decisión de escribir o no; es toda una cosmovisión la que se relaciona con la lengua.
Hay diferentes grafías que se están usando actualmente como sistemas de registro, aunque aún no hay una que sea reconocida por toda la comunidad mapuche. A tu pregunta yo respondería, concretamente, que ellos, de acuerdo con las características de su cultura milenaria, realmente no necesitan escribir; sólo intentan hacerlo porque ven que tanto su lengua como su cultura se diluyen en las orillas del mundo globalizado que les toca habitar.
6-Si se trata de un criterio expresado por ellos ¿cómo se amplía el radio de acción de su propia cultura?
Ellos intentan ampliar permanentemente el radio de acción de su propia cultura, y en realidad, no lo hacen para integrar a su grupo al blanco, sino para recuperar a su propio pueblo. El pueblo mapuche ha sufrido el exterminio y la marginación. Esta situación de marginalidad la comparte con todos aquéllos que están desfavorecidos social y económicamente, de cualquier etnia o nacionalidad.
Ellos intentan ampliar el radio de acción de su propia cultura de muchas maneras, ya sea haciendo uso de los estamentos oficiales como de los propios, particulares. Dan talleres de lengua y cultura en las escuelas, en las comisiones vecinales, tienen sus propias asociaciones en la Universidad del Comahue, se dirigen a todos los foros nacionales e internacionales en los que puedan reclamar su condición de nación, se reúnen con los demás pueblos originarios de la República Argentina para compartir vivencias y lineamientos políticos, todo ésto entre muchas otras acciones más.
Además, acá cabe una aclaración. En la región a la que pertenezco, en la provincia de Neuquén, Río Negro, Chubut y también partes de otras limítrofes, ya no se puede hablar tan categóricamente de blancos y nativos. Es suficiente estar frente a un aula para advertir que la etnia regional se forma con aportes de ambos pueblos. Y no estoy hablando solamente de las escuelas rurales, sino de todas, o al menos de la inmensa mayoría de la región.
7-¿Que importancia tiene la parte oral dentro de las calificaciones como educadora?
En lo posible, le doy una importancia crucial. Tanto en mi trabajo al frente de las cátedras de Lengua y Alfabetización en el Instituto de Formación Docente Nº 6, como en la escuela media, la oralidad se presenta como un contenido de suma importancia. En el caso del Instituto, tiene un doble propósito: el de formar docentes de Nivel Inicial como usuarios competentes del lenguaje oral, y el de formarlos como educadores de niños menores de seis años, en los que el trabajo con la oralidad constituye una metodología de adquisición del lenguaje y valoración de la lectoescritura indispensable para aspirar luego legítimamente a un buen nivel de alfabetización. Por esta causa, el proceso de aprendizaje y uso del lenguaje oral es un contenido a evaluar permanentemente.
En el caso de la escuela media y dentro del marco del proyecto del que hablamos anteriormente, la expresión oral es un aspecto muy importante en la evaluación, tanto cuando los alumnos se comportan como expositores como cuando cumplen el rol de público; la evaluación comprende ambas instancias. La oralidad se enseña y se evalúa durante todo el desarrollo del proyecto.
8-El plan de estudios empleados ¿es un conglomerado de responsabilidades alumno-padre-educador-municipio?
Diría que es un conglomerado de responsabilidades alumno-padre-educador, en todo caso, acompañados o comprendidos por la gestión de las autoridades institucionales. El municipio, según entiendo, tiene su protagonismo en todo lo que tenga relación con la parte edilicia dentro un determinado ejido urbano, pero hasta donde a mí me alcanza el conocimiento, no cumple otra función.
9- Poner énfasis en los componentes prácticos ¿fortalece la parte reflexiva? ¿Cómo se articulan entre ellos?
Encuadrar parte del proceso de enseñanza-aprendizaje dentro de un proyecto de trabajo intentando el respeto por la diversidad de respuestas ante la tarea planteada, implica posicionar tanto a los alumnos como a los docentes frente a una reflexión metacognitiva. Una situación problemática como disparador, diferentes posibilidades de abordaje, el acompañamiento de los docentes afectados al proyecto, son el camino apropiado para la articulación entre la teoría y la práctica. Considero que el énfasis en la práctica es fundamental, pero no puede ser ésta desprendida de la teoría, y somos los docentes quienes tenemos que estar muy atentos en esta relación. Resulta todo un desafío poner en práctica las diferentes propuestas teóricas que la bibliografía nos acerca, cuando en realidad, no siempre se explicita el «cómo» realizarlas, o lo que es peor, cómo adecuarlas
10 – ¿Usted cree que la población en general tiene conocimientos sobre la existencia de la raza mapuche, sus características, su lenguaje, su cultura, etc?
-No, en absoluto. En realidad, el desconocimiento del lugar geográfico en que habita este pueblo, su cultura, su lengua, su cosmovisión, resulta absolutamente desconocido para la gran mayoría de la gente. Y lo más grave es que no solamente lo es para la población blanca sino también para quienes tienen ascendencia mapuche o son mapuche.
11 – ¿Cuál es, en su opinión, la causa de este desconocimiento?
-En realidad, no es una sola causa sino muchas causas y muy complejas. Como sabemos, nuestra educación de fines del siglo XIX en adelante, de inspiración positivista, desechó todo lo que no fuera la cultura oficial. Así lo prevee nuestra Constitución, además. Por lo tanto, en el pueblo mapuche se produce una estrategia de hermetismo respecto de su lengua y su cultura: no la difunden, ni siquiera entre sus propios miembros. El desprestigio de los mapuchehablantes era tal que las madres mapuche no enseñaban la lengua a sus hijos, para que no sufrieran marginación en las escuelas. Ésto, como ya se dijo, debemos sumarlo al exterminio que se produce a fines del siglo XIX y a principios del XX, que obligó a los sobrevivientes a refugiarse en Chile o en alejados lugares de la Cordillera de los Andes.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que si bien en la región hay un número considerable de comunidades mapuche, la mayor cantidad de población de este origen se encuentra en las ciudades, tanto en Argentina como en Chile. Los mapuche de ciudad, se integran a la vida ciudadana: concurren a las escuelas, trabajan, hacen la vida de cualquier poblador no mapuche. Por lo tanto, el contacto con sus costumbres ancestrales se diluye o directamente se pierde. Y a todo esto se suma que quienes permanecen aún en las comunidades, también han perdido, en buena medida, el uso de su lengua y la práctica de su cultura, adquiriendo pautas propias del blanco y hablando el castellano como lengua materna. Consideremos que ya es historia antigua el protagonismo que en este proceso ha tenido la campaña de evangelización, primero católica y luego protestante o evangélica. Pensemos que hasta el cine lo ha registrado con magistral realismo en dos películas: «La misión» y «Jugando en los campos del Señor». Aunque no se refieren concretamente al pueblo mapuche, su argumento puede ser aplicado con toda justicia prácticamente a cualquier pueblo originario de América. Y tengamos en cuenta, además, que el proceso de democratización ha alcanzado también a las comunidades, con lo cual se han visto inmersos en todas las prácticas políticas propias de nuestra cultura, muchas veces, sin estar demasiado empapados de ellas. La modernidad y la globalización los ha incorporado a su vorágine, pero, igual que todos los pueblos situados en los márgenes, tienen la tendencia a ser despedidos, expulsados, y a desaparecer en cualquier momento, si no se toman con uñas y dientes de algo que los sostenga.
Decíamos anteriormente que hay que distinguir los principios e ideales de la cultura mapuche de la realidad que este pueblo está protagonizando. Y en esto no difieren mucho de otros pueblos que luchan denodadamente por sostener una identidad que día a día les está siendo arrebatada. Y lo peor de todo, no es que esa cultura, esa identidad, es ocupada por otro imaginario alternativo. Lo trágico es, que en ese lugar, no queda nada. Se produce un vacío que sume en la desorientación y en el desconcierto a estos pueblos.
12 – ¿Cuáles serían, entonces, los encargados de transmitir la cultura en el pueblo mapuche?
Este lugar lo ocupan los ancianos. O mejor dicho, las personas mayores, los miembros que tienen más edad dentro de cada comunidad. Los mayores son los encargados de transmitir la lengua, la historia, la literatura, la filosofía, la religión, y en general, todas las pautas culturales. En ese lugar se destaca, con toda nitidez, el protagonismo de la mujer. Son las mujeres mayores las que llevan adelante el ritual de canto y consustanciación con la naturaleza en las ceremonias religiosas Mucho se ha dicho sobre el machismo de este pueblo, pero podemos estar seguros de que ha sido mucho más machista nuestra cultura que la de ellos. La mujer, ancestralmente, ha tenido un lugar muy destacado en su sociedad, tanto como referente cultural como con su actividad de médica, de machi, como ellos la llaman, interpretando la naturaleza de cada región en función de la salud y la curación de los habitantes de ese lugar. Ésto implica un saber, una sabiduría, cuyas características no siempre estamos en condiciones de poder evaluar.
13 – ¿Considera usted que es necesario que se acuerde un sistema de escritura para la lengua mapuche?
-No es sencillo responder a esto, y seguramente la persona más indicada para hacerlo no soy yo, esto debería responderlo un integrante de la comunidad mapuche, o mejor dicho, un mapuchehablante.
Desde el punto de vista lingüístico, la escritura es solamente un aspecto más de una lengua. La lengua que tiene mayor vitalidad no es la que se escribe sino la que cuenta con una comunidad parlante, es decir, tiene un grupo humano que la habla. Tenemos el caso del latín; es una lengua que tiene una impecable escritura, pero es considerada una lengua muerta, más allá de toda su riqueza, su precisión, porque no hay una comunidad que hable en latín. Se usa en ámbitos muy acotados, muy restringidos, culturalmente hablando.
La lengua mapuche, como toda lengua ágrafa, se difunde exclusivamente por transmisión oral. Es allí donde se cristaliza toda la práctica cultural propiamente dicha, en concordancia con todos los demás aspectos de su cultura, de su cosmovisión: el valor del relato, el protagonismo de los mayores, los procedimientos mnemotécnicos, el valor de la palabra, las prácticas ceremoniales, y otros.
Como es obvio, este pueblo, milenariamente sostuvo su cultura sobre esta lengua ágrafa, que tiene una riqueza sorprendente, como toda lengua. Jamás el pueblo mapuche necesitó de un registro escrito para la vitalidad de su lengua. El problema se genera después de la colonización, en este caso en particular más concretamente después de la campaña al desierto. Entran a jugar allí elementos que ya hemos mencionado y que no son ajenos a los problemas que han sufrido otros grupos de nativos. En este momento, el pueblo mapuche está en una encrucijada en la que tiene que optar por adquirir elementos que no le son propios para su cultura o ver como su cultura y su lengua desaparecen. Ellos están inmersos en nuestro sistema cultural, con una lengua escrita que lo rige. Por eso muchos se inclinan por creer que escribir la lengua mapuche les ayudará a conservarla. Pero, en mi opinión, si sumado a esta escritura no se da una práctica oral, un reconocimiento del valor de esta lengua como expresión de un pueblo que es también reconocido socialmente, tanto por sus propios integrantes como por la sociedad en general, un reconocimiento, una valoración del aporte que esta cultura puede hacer a todos, absolutamente a todos los habitantes del planeta, con sus características propias, su cosmovisión, su filosofía … si a la par no estamos dispuestos a reconocer que cada cultura es única e irrepetible, que cada persona es única e irrepetible, que si se pierde, no pierde únicamente el pueblo mapuche sino que se pierde un patrimonio de la humanidad, será inútil que guardemos volúmenes escritos en mapuche, en wichi, en quechua, en toba, en todas las lenguas que se pueda uno imaginar. En mi concepto, antes que un problema estrictamente intelectual, académico, es un problema sentimental, del alma, del sentimiento. Y no tenemos que tener miedo de reconocerlo porque es lo mejor que tenemos los seres humanos, y perderlo es lo más grave que nos puede pasar, como lo demuestra la historia. Los genocidios más grandes no se han hecho por falta de inteligencia, todo lo contrario. Se han hecho por falta de sensibilidad, por falta de sentimientos, por falta de corazón, de amor al prójimo. Lo más grave es que estas actitudes nos están conduciendo por un camino cuyo fin no es demasiado promisorio, ni para el pueblo mapuche ni para ningún otro.
Sara Eliana Riquelme
>jamsg: prefiero remimirte a los expertos. Plantearse escribir es adentrarse en un espacio peligroso, porque se entra en un oscuro tfanel sin final, porque jame1s se llega a la satisfaccif3n plena, nunca se llega a escribir la obra perfecta o genial, y eso produce la me1s grande de las desazones. Antes se aprende a morir que a escribir. Y es que (como dice Justo Navarro) ser escritor, cuando ya se sabe escribir, es convertirse en un extraf1o, en un extranjero: tienes que empezar a traducirte a ti mismo. ( ) Ased pues, yo en esos dedas no sabeda que para ser escritor habeda que escribir, y ademe1s habeda que escribir como mednimo muy bien. Enrique Vila-Matas