Alejandra vs. los nenúfares (A Alejandra Pizarnik ) – fishcake

Posiblemente habría muerto en andas de la lluvia
delante de ellos, dándole un corte de manga
a quienes perseguían su pindonga truculenta
en los espejos diurnos de la noche.

Bueno, a pesar de todo, no intentó quedarse
en los salones gallineros para oírlos;
pero, aun así, sus sentidos miniaron el silencio;
los oyó en su versión de alas, de altura en verso libre;
en insondable salto de palabra exacta, pura y flexible;
en sabia cólera e insufrible vértigo de ascenso y gloria
con su cascada pértiga.

Puedo verla llegar, a gritos de alma,
para una solitaria fiesta de tristeza;
yendo, de abajo a arriba, en el secreto abierto
del árbol del dolor, contra los pájaros
migrantes de la noche, en aproximaciones mínimas,
para entender los últimos fracasos del día
en un informe puro de tinieblas.

2 comentarios en «Alejandra vs. los nenúfares (A Alejandra Pizarnik ) – fishcake»

  1. No se puede leer a Alemandra Pizarnik sin sentir que su verso a uno lo atraviesa de lado a lado, para instalarse en un lugar escondido en la conciencia. Tenía la facultad de ver en la oscuridad y escuchar en el silencio. Y eso es demasiado. Felicitaciones por el homenaje, y gracias por prestármelo para este lugar.

  2. Coincido plenamente con vos en tus conceptos: en la envidia (sana!) por esa inspiración que vuelve a atravesar de lado a lado la esencia de Pizarnik, por lo cual agradezco tu generosidad de compartir con nosotros este poema de Fishcake, (quien ya sabe que lo leo y admiro!), en ese desgarro que provoca internamente Alejandra con sus producciones literarias (que son más que poema, más que prosa, crónicas de su sangre derramadas en letras precisas) y con lo justo de ese homenaje.

    Abrazo a ambos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.