En mi país, Argentina, que en su pampa húmeda cuenta con una enorme extensión de terreno en el que no hace falta regar cuando se siembra, tradicional proveedor de materias primas para los países industrializados, destacado integrante de las naciones en vías de desarrollo, honroso miembro del tercer mundo, poseedor de un humor inagotable, circula un chiste que conforma el amplio corpus de aquéllos que se agrupan por nacionalidades: los de gallegos, judíos, chilenos, árabes, etc. Dentro de estas categorías hay una estrictamente idiomática que se plantea:
“¿Cómo se dice ……………….. en árabe? (o en japonés, o en chino, etc)”
La conocen, ¿no es cierto?
Bueno. Por eso hoy, yo, argentina hasta los tuétanos, traigo a la memoria éste:
El cuentista le hace la pregunta al impaciente interlocutor, que está esperando saber la respuesta para soltar la carcajada:
¿Cómo se dice REVÓLVER en árabe?
Luego de algunas vueltas e indeterminaciones (al interlocutor jamás se le ocurrió pensar en responder, sólo espera) el cuentista revela el misterio:
“Ahí vah la bahla, atajhala”
Juáaaaaaaaaaaaaaa, carcajadas mil por la respuesta, dicha con amplia exageración de los fonemas /a/, /b/, /j/, dejando sonoras aspiraciones entre vocales y consonantes que aluden a la pronunciación particular de esa colectividad (todo bien con ellos) cuando hablan el español, causa la hilaridad de ambos dialogantes …
Me acordaba de eso cuando leía el artículo, pensando cómo podríamos hacer los argentinos para atajar la bala, o mejor dicho, el tren bala. Ese monumento a la inequidad que no es sólo un dolor y una vergüenza para todo el pueblo argentino sino también un ejemplo más de la mala administración y el desacierto de nuestros dirigentes. En términos de economía nacional, es como si yo me comprara un vehículo último modelo de lujo para ir a la peluquería mientras mis hijos van descalzos y desarrapados a la escuela.
Y lo que más me sorprendía era lo curiosamente acertado de la relación del tren con el significado del vocablo árabe, porque nunca como en este caso un elemento ferroviario se ha podido comparar con un revólver, con un arma para matar de odio a cualquiera que aún conserve una gota de sangre en las venas.
EL PROYECTO DEL TREN BALA:
-320 kilómetros por hora.
-Por lo menos 4000 millones de dólares.
-1000 km de vías que solo podrá usar este tren, ya que no sirven para los trenes comunes, y sólo para transportar pasajeros.
-Un pasaje que costaría entre 300 y 400 pesos, inaccesible para la mayoría de la gente.
-Solo comunicaría 3 ciudades (Buenos Aires, Rosario y Córdoba). No comunica distintas zonas del país ni resuelve el problema de los pueblos que están incomunicados.
-Nos hace depender de la tecnología francesa. Este tipo de tren bala no ha funcionado en ningún otro país fuera de Europa porque necesita desarrollos tecnológicos muy complejos con los que nuestro país no cuenta para su mantenimiento.
-No reimpulsa la industria ferroviaria nacional.
-Aumenta la deuda externa, ya que una gran parte la financia el Banco Societe Generale de Francia.
EL PROYECTO TREN PARA TODOS [el que hace el proyecto sur]:
-120 km por hora (tres veces el promedio de velocidad actual).
-3100 millones de dólares. 1000 millones de dólares menos que para el tren bala.
-18000 km de vías reconstruídas a nuevo: 7000 km de vías para trenes de pasajeros y de carga y 11000 más sólo para trenes de carga. 300 locomotoras, 900 coches de pasajeros y 15000 vagones para carga.
-Los pasajes costarían varias veces menos de lo que cuesta actualmente un pasaje en micro.
-Llegaría a todas las zonas del país (Noroeste, Noreste, Cuyo, Centro y Patagonia), a todas las grandes ciudades, y a cientos de pueblos que volverían a conectarse con las grandes ciudades, bajando costos de transporte y reactivando las economías regionales.
-Utilizaría tecnología nacional y del Mercosur al alcance de las capacidades de nuestro país.
-Reimpulsa la industria ferroviaria nacional con la construcción de vagones, el ensamble de locomotoras y la producción de repuestos, generando trabajo.
-El Banco Central tiene reservas por 50000 millones de dólares, es decir que se puede hacer sin aumentar ni un centavo la deuda externa.
Sobran los comentarios.
Sara Eliana Riquelme, 17 de mayo de 2008
Más de catorce años después … «https://www.argentina.gob.ar/noticias/ferrocarriles-argentinos-impulsa-un-proyecto-de-ley-para-la-reparacion-historica». Ni el tren bala ni el tren para todos, recién un proyecto de ley, que ni sabemos qué pasará con él.

Querida amiga: el tren bala no es, como decís, «un monumento a la inequidad». Es un robo escandaloso, un asalto sin más armas que una lapicera (lo que se necesita para firmar contratos), una más de las tantas metidas de mano en el bolsillo a que nos vienen sometiendo nuestros gobernantes desde hace muchos, muchos años. El tren bala va a costar, por lo menos, tres veces más que lo que se está diciendo. Es decir: 12.000 millones de dólares. Y luego habrá que subvencionarlo fuertemente, porque de lo contrario, su funcionamiento es inviable. Podría seguir dos horas agregando argumentos. Conclusión: el tren bala es un intento (hasta ahora, sólo eso, intento) de robo escandaloso por parte de don Kirchner y su banda. No sigo, porque, pese a ser un individuo templado, estas cosas me causan desaliento. Un fuerte abrazo.
Gracias, Jorge por acercarte a este rincón y dejar tu comentario.
No me extraña que haya que aumentar los números: siempre ha sido así. Y siempre ha sido que esas obras faraónicas han resultado un monumento a la corrupción. Y uno se queda sin palabras para expresar todo lo que quisiera decir, porque no se puede comprender que las personas que tienen la obligación de administrar los bienes de un pueblo puedan ser tan h. de p. Porque encima es un pueblo pobre, como todos los pueblos, pero éste es un poco más pobre que otros, todavía.
Gracias una vez más, por este regalo.
Oj halá lo podamos at hajar, eli.
Por lo visto nuestros presidentes siguen viviendo en la nube de pedos que nos dejó el Marajá de la Rioja. Otro que dejó al país sin trenes para que Moyano y sus muchachos se llenen los bolsillos con los camiones de carga. Qué le vamo a hacer, somos rehénes del único partido que tiene vía libre para «gobernar» en este país.
No sé si sabrás cómo se viaja en tren en la capital. Cada viaje es (otra que Homero) una odisea. La gente jugándose la vida colgada de los estribos; otros, más audaces, viajan arriba de los techos. Y éste pensando en el tren bala. Es imposible abordar un tren en horas pico, eli. Lo más triste es que los números cantan, pero nadie los escucha.
Excelente texto. Un abrazo.
La verdad, no conozco cómo se viaja en los trenes en la Capital. Las últimas veces que tuve la oportunidad viajé creo que en el Urquiza hasta ¿puede ser José C Paz?, no era en horas pico y dentro de todo se viajaba bastante bien.
Sabrás que vivo en la Patagonia, y acá las distancias para ir a trabajar son otras. Sin embargo, para nosotros también el tren fue un medio de transporte y comunicación fundamental, aunque siempre vapuleado. Hace mucho tiempo que ya no lo tenemos, y la única vez que vemos pasar algo por las vías pertenece a manos privadas, vagones de carga. Siempre se dijo que era ineficinte y daba pérdidas. No sé si daría pérdidas, no me extraña. Que fuera ineficiente, cualquiera se podía dar cuenta, por la forma en que se viajaba aunque fuera en primera o en camarote, ni hablar del coche comedor. Sólo que no hace falta ser muy inteligente para darse cuenta que quien da pérdidas no el el tren sino quienes lo administran. En otras palabras, no ha cambiado nada.
Lo sacaron porque no servía, ahora quieren poner uno que sirve a unos poquitos y el resto que se joda, que sigan viajando así como vos decís.
Ni le hagas acordar a calidejacobacci del tren, porque se pone a llorar. No sabés lo que fue para Ingeniero Jacobacci, pueblo de la línea sur rionegrina, que sacaran el tren que pasaba por allí. En fin … mientras no me falte para las extensiones de mi cabellera …
Querida Sara. Por segunda vez me detengo en la visita de tu blog con más detenimiento, y descubro este post haciendo referencia a un tren rápido en Argentina. Luego, por extensión, leo la respuesta de nuestro amigo fabiangris rechazando la implantación del tren bala (o rápido).
Hay ciertas cosas en las que tiene razón. Cuando se tendió la primera línea de trenes rápidos en España, hubo un caso clarísimo de corrupción como el que fabiangris menciona que habrá, y el tren costaba el doble de lo que realmente era su coste. Esto salió a la luz y fue un escándalo que afortunadamente pudo atajarse. Además, en principio, casi todo el mundo era reacio a este tren por su alto coste; pero después, el tiempo demostró lo contrario. El tren rápido acorta las distancias de forma increible, pues es capaz de desplazarse a velocidades de 300 km/h o incluso más. Hoy día viajar a Sevilla (antes eran seis horas y media en coche) se reduce a 2 horas. Por lo cual este tren es cada vez más popular, el coste de su pasaje va decreciendo y las comunicaciones en nuestro país acelerándose; lo cual para un inmenso país como el tuyo sería magnífico. Sólo me resta añadir que, en efecto, el peligro inicial que existe es la corrupción, a lo que por desgracia no veo solución mientras el Estado no frene sus manejos, si los hay.
Un saludo, Un blog excelente. Espero que rescates esos archivos perdidos.
Muchas gracias, Josef, en primer lugar por la visita, y después por brindar un panorama basado en la experiencia vivida. Si acaso se hace realidad este tren, sería magnífico poder decirles a nuestros gobernantes que tenían razón. En realidad, yo creo que nadie duda de las bondades del medio de locomoción, y lo que se reclama es la falta de equidad en el camino de resolver los problemas de traslado de la gente.
No sé cómo serán en España los ferrocarriles que no son el tren rápido, pero acá en Argentina son desastrosos. Las familias más humildes viajan en muy malas condiciones en unos carromatos tremendamente deteriorados, tirados por una locomotora. Y poner en buenas condiciones esas líneas es mucho más barato y efectivo para todos que esa mega inversión. Yo creo que sería bueno que primero pusieran en buen estado todas las líneas férreas y después sí, se dedicaran a la modernización al estilo del primer mundo.
Porque nuestro país es pobre, aunque haya mucha gente que no lo sea. Aquí el consumismo es una palabra que no alcanza el significado que tiene en otras latitudes, simplemente porque no dan los niveles de ingresos para poder llegar a ser consumistas. Y el tren bala nos duele por eso, no porque no nos guste o nos disguste la comodidad que sin duda representa, sino porque nos parece que antes habría que atender a otras prioridades.
En fin, amigazo … ya veremos qué pasa.
Tengo buenas posibilidades de reunir los trabajos escritos, pero tendré que escanearlos y ver cómo hago para ponerlos aquí. Y eso para mí aún es chino básico, soy muy limitada en esto del diseño y la computación. Tendré que hacer un cursito.
Un abrazo y un cariño enorme.
Muchas gracias, y espero
Opino que el progreso tiene un precio. Seguramente que resultaba menos costoso ir en carreta que en automóvil. La carreta no necesitaba de calles asfaltadas ni tenía el costoso mantenimiento de un automóvil Sin embargo la llegada del automóvil fue un paso adelante y hoy por hoy nadie piensa en ir en carreta a menos que se trate de un tour. Si te hablaran de ir en carreta de Neuquén a Mendoza le dirías al que lo sugiriera que está loco.
El tren bala es un progreso, una maravilla, una belleza, un confort.
Yo tardaba de Buenos Aires a Carlos Paz (Córdoba) o la Villa General Belgrano, como doce horas en automóvil pero ir en un tren bala en un par de horas, sería maravilloso.
Tienen coche comedor… es divino.
¡Vamos…. anímense, es caro pero vale la pena!
El pasaje puede ser costoso pero cuánto se ahorra uno en gasolina, tiempo, esfuerzo, peajes, etc.
Tengo muchos amigos en Córdoba. El detalle es que primero debo aterrizar en Ezeiza.
Gracias Joaquín, por tu visita y por dejar tu opinión en este trabajo. Nadie duda de las bondades del confort y la comodidad, nadie está en contra del progreso. Atajar la bala, en este caso, no se refiere a impedir que un sector viaje rápido y cómodo.
El reclamo surge, al menos de mi parte, porque no concibo tamañas desigualdades en el trato a los ciudadanos. Y no es que yo crea que tengan que poner trenes bala por todo el país para que todo el mundo viaje del mismo modo. Seguramente en la línea sur de Río Negro, o en el Ferrocarril General Roca, que pasa por mi ciudad, no se justifica de ningún modo una inversión como ésa. Para mi modo de ver y de entender lo que debería ser un buen gobierno, primero tendría que garantizar que todos tuviéramos acceso a un medio de transporte decente y económico, y después sí, que hicieran todos los trenes bala que hicieran falta y dieran buenos dividendos. Porque esa es otra. Después nos van a venir con que dan pérdidas, y que hay que subsidiarlos ¿con qué dinero? con el de los que viajan arriba de los vagones de los trenes que se caen a pedazos.
Finalmente, ha resultado muy polémico el texto, y hay opiniones de todo tipo, lo cual me parece bueno. Y es verdad que, al menos yo, no conozco ningún tren bala, por lo cual mis juicios quizás no son los más autorizados.
Un abrazo enorme, Sara.
Que le dijo obama a osama?
ahivalabalaatajala!
24 de noviembre de 2022
Ya lo puse en la edición de la nota, pero igual lo dejo en los comentarios, como siguiendo la charla con quienes opinaron.
https://www.argentina.gob.ar/noticias/ferrocarriles-argentinos-impulsa-un-proyecto-de-ley-para-la-reparacion-historica.
Catorce años después … recién un proyecto de ley de reparación histórica de nuestros ferrocarriles.
Estamos al horno.
Cordiales saludos, Sara